Los papás son pura potencia en desarrollo: son brújula, horizonte y camino.
ninguna experiencia tan inmersiva como dejarse envolver por un río y su corriente.
Así como lo hace ver mi apá, es en el quinto piso cuando la agudeza visual falla y se agradece la comodidad (y las letras grandes); cuando la energía física bajonea mientras la mente avanza y está bien comprometida con uno mismo; qué mejor momento para un reloj con pantalla grandota y monitoreo de progreso que facilite, motive y encamine a mi papá a atar sus hábitos a su prioridad: el bien- estar. Un reloj que lo siga convenciendo y demostrando que estar-bien es un proyecto valioso para el que tiene todo derecho y potencial.
¿Cómo sabes que vas en la dirección correcta si no tienes brújula, bitácora ni destino? Para eso un Galaxy Fit 3.
La foto mía buceando (cosa que amamos) la tomó él, mi eterno potenciador de vida <33
