Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11: 1, NKJV
La convicción de lo que no se ve.
En tiempos difíciles, cuando la vida no tiene sentido, cuando sus oraciones no son respondidas, cuando está tardando más de lo que pensaba, mi pregunta es, ¿tiene el ancla de la esperanza puesta? Cuando estás anclado a la esperanza, es como si estuvieras atado a ella. ¿Tiene esa esperanza, esa expectativa de que sus sueños se hacen realidad, de que va a romper esa adicción, de que su familia va a ser restaurada? ¿O ha levantado el ancla y ahora ha caído en la duda, la mediocridad y no espera nada bueno? ¿Estás diciendo, "Este problema nunca va a funcionar" en lugar de "Sé que la respuesta ya está en camino"? Vuelve a poner el ancla. "La fe es la sustancia de lo que se espera". No puedes tener fe si primero no tienes esperanza. Tienes que creer que lo que Dios puso en tu corazón se cumplirá, que lograrás tus sueños, que conocerás a las personas adecuadas y que vivirás sano y completo.
