Con todos en casa para evitar la exposición al COVID-19, se trabaja, socializa y se dan clases en línea, por lo que los cibercriminales ven todo un abanico de posibilidades para aprovecharse de la situación.
De repente, nos encontramos con que nuestras vidas se llevan a cabo en línea. El mundo conectado (así como nuestra habilidad para comunicarnos, socializar, trabajar y hacer negocios en línea) nunca había sido tan prioritario. Aunque la habilidad de hacer tantas cosas en línea es increíble, la realidad es que los cibercriminales siguen a las personas a donde quiera que vayan. Si existe una oportunidad de aprovecharse de una situación para engañarles y que revelen información personal o den su dinero, no hay duda de que los malhechores estarán trabajando en ello.
Algunos consejos que te pueden servir:
Usa fuentes de confianza
Presta atención a la extensión de los archivos que descargues. La de los vídeos no debería acabar en .exe.
Protege los dispositivos que usas para realizar trasmisiones y asegúrate de que instalas las actualizaciones de tu sistema operativo y aplicaciones en cuanto estén disponibles.
Evita los enlaces que te prometen previsualizar el contenido
Usa una tarjeta de crédito para realizar los pagos cuando sea posible, pero trata de no guardar los datos de esta en la web del servicio.
Usa una contraseña única y compleja en cada una de tus cuentas en línea.
Ten cuidado con las ofertas que parecen ser demasiado buenas (suelen ser un engaño).
Escribe la URL en tu navegador para comprobar la oferta en la web en lugar de hacer clic en los enlaces que vienen en un e-mail.
Busca el signo del candado/HTTPS en la barra de direcciones cuando pagues. Ten en cuenta que ello indica protección solo si la dirección es correcta, ¡por lo que compruébala dos veces!
Usa una tarjeta de crédito en lugar de una de débito para obtener una protección extra.
Trata de no guardar la información de tu tarjeta en la página web.
