Hola, soy un usuario de Samsung y estudiante de medicina avanzado. Me gustaría hablaros de un tema que me parece muy importante y que tiene que ver con la radiación que emite el Samsung S23, el último modelo de la marca.
La radiación que emite un teléfono móvil se mide en SAR (tasa de absorción específica), que indica la cantidad de energía que absorbe el cuerpo humano cuando usa el dispositivo. Según la normativa europea, el límite máximo de SAR es de 2 W/kg para la cabeza y el cuerpo.
El Samsung S23 tiene un SAR de 0,963 W/kg para la cabeza y 1,304 W/kg para el cuerpo, lo que significa que cumple con los estándares de seguridad y que no supone un riesgo para la salud. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no hay evidencia científica que demuestre que la exposición a los campos electromagnéticos de los teléfonos móviles cause efectos adversos para la salud.
Sin embargo, como estudiante de medicina, creo que es conveniente tomar algunas precauciones para reducir al mínimo la exposición a la radiación, sobre todo si se usa el teléfono durante mucho tiempo o se tiene una sensibilidad especial. Algunas medidas que recomiendo son:
Usar auriculares o altavoz cuando se hagan llamadas largas o se esté en una zona con poca cobertura.
Alejar el teléfono del cuerpo cuando no se esté usando o se esté cargando.
Evitar llevar el teléfono en el bolsillo o cerca de órganos vitales como el corazón o los genitales.
No dormir con el teléfono cerca de la cabeza o debajo de la almohada.
Apagar el teléfono o activar el modo avión cuando no se necesite.
En conclusión, el Samsung S23 es un teléfono seguro y que cumple con las normas de radiación establecidas por las autoridades sanitarias. Sin embargo, creo que es importante ser conscientes de la exposición a la radiación que supone usar cualquier dispositivo electrónico y adoptar hábitos saludables para proteger nuestra salud.
