Estos días de Pandemia puede que sean muy duros, agotadores, se sientan sin ganas de hacer nada o se sientan potenciados para querer hacer de todo.
Lo único bueno es que muchos pueden decidir y cambiar lo malo por lo bueno. Del pesimismo a optimismo hay un paso.
Este hermoso perro no pudo decidir como iba a ser su camino, pero no bajó la guardia. Sigue de aquí para allá contento porque tiene a alguien que lo quiere, lo cuida y lo acepta como es.
Valoremos lo que tenemos aunque piensen que sea mínimo, ya que nada ni nadie nos puede quitar algo tan preciado como la voluntad de progresar. A pesar que el camino que nos lleve hacia el fin último, no sea el más fácil de transitar para llegar al objetivo. Lo difícil aunque cueste también se valora por el esfuerzo para llegar y que no nos dimos por vencido.
