No sé por dónde empezar, pero desde el momento en que llegaste a mi vida, supe que eras más que especial. No eres sólo una tableta, ¡eres mi compañera de aventuras digitales! ¡No sé cómo pude sobrevivir tanto tiempo sin ti! Primero, hablemos de tu pantalla AMOLED de 120 Hz...es tan fluida que hasta mis dedos se sienten más elegantes al deslizarse sobre ti. ¿Quién necesita una varita mágica cuando tengo un S Pen mejorado que responde a cada uno de mis garabatos con precisión quirúrgica? ¡Si Leonardo da Vinci hubiera tenido esto, probablemente la Mona Lisa hasta parpadearía! También adoro tu procesador ultrapotente que me permite abrir juegos, realizar diseños y tener múltiples aplicaciones abiertas al mismo tiempo y al parecer, ¡tú ni sudas! Mientras otras tablets tartamudean y piden clemencia, tú sigues adelante como si nada. Estoy convencida de que de ser persona, indudablemente serías ese amigo que hace ejercicio a las 5 am sin despeinarse. Y lo mejor es que no me dejas tirada en medio de la acción...tu batería de larga duración es como el amigo fiel en una peda: me aguanta hasta el final, sin dramas ni recargas innecesarias. ¿Cuántas veces hemos vencido juntos al estrés del día sin necesitar un enchufe? ¡Demasiadas para contarlas! Ah, y casi olvido lo más sorprendente... ¡tu resistencia al agua! Gracias a ti, ya no entro en pánico cuando tengo mi botellón de agua en una mano y tú en la otra. Una torpeza más, un derrame menos, y seguimos como si nada. Galaxy Tab S10, lo nuestro es real ♥️... No sé qué hice para merecerte, pero prometo cuidarte (y no dejarte caer... muy seguido). Con amor y mucha productividad,
